Los superalimentos

Todos los superalimentos comparten un valor nutritivo alto, tienen efectos depurativos, antioxidantes, antiedad, aumentan la energía, mejoran la inmunidad y son auténticas bombas de vitaminas, ácidos grasos esenciales, proteínas de alto valor biológico, fibra, minerales y un larguísimo catálogo de virtudes alimenticias.

Palabras como cáncer, enfermedades cardiovasculares, envejecimiento, malnutrición, surgen una y otra vez cuando se habla de estos alimentos que ayudan a combatir los demonios del siglo XXI.

No curan. Y en muchos casos no existe evidencia científica que demuestre sus milagrosas cualidades, pero son saludables y resultan un complemento dietético perfecto.

Por otro lado hay nutricionistas que opinan que la mejor forma de darle al organismo lo que necesita es llevar una dieta variada y rica en verduras, legumbres, frutas, cereales y frutos secos, sin excluir lácteos, huevos y pescados (la carne, de vez en cuando). Son conocidas las propiedades de la dieta mediterránea y de sus productos emblemáticos, como el aceite de oliva. O de otros muchos considerados prácticamente superalimentos, ya sean los frutos secos, las manzanas, los espárragos, el brócoli, el chocolate negro, el salmón o el aguacate. Pero cuando se habla de superfoods es para referirse a ingredientes mucho menos conocidos. La mayoría vienen de Sudamérica, Asia, África, y aunque a veces se utilizan desde hace milenios, su descubrimiento en Occidente ha sido reciente. Bayas, hojas, semillas, tubérculos, pseudocereales, algas, vegetales, la lista es larga. 

Semillas de chía

Lo más habitual es tomarla mezclada con líquidos (agua, zumos, yogures), sumergiendo las semillas en el triple de su volumen en agua. En sólo 15 minutos absorbe hasta diez veces su peso, convirtiéndose en una especie de gel que puede añadirse a otros alimentos o platos. La dosis diaria ideal de chía es de 10 a 25 gr. Y si se anima, pruébela como hacen en Centroamérica: “chía fresca”, una bebida en la que va mezclada con agua, zumo de limón y azúcar.

CHIA

Quínua

Su nombre viene del quechua, lengua donde la conocen como kinúwa o kínua, pero en toda Centroamérica ha derivado en quínua. Planta anual de la misma familia que la remolacha, las espinacas o las acelgas, hace ya cinco mil años que la cultivaban los incas en el Altiplano (la llamaban chisaya mama, es decir, la madre de todos los granos). Actualmente es la semilla de moda, y hasta NASA la incluye en la dieta de los astronautas por su extraordinario valor nutritivo, lo que ha generado un problema de escasez entre las poblaciones productoras.  A menudo se confunde con un cereal, y aunque tiene un aspecto a caballo entre el arroz integral y la sémola, pero es una semilla que se agrupa en racimos y crece, sobre todo, en Bolivia, además de en Perú, Ecuador y EEUU. Normalmente la quínua común es blanca-perlada, con una variedad de tamaño grande llamada quínua real. Pero también la hay roja, con más textura, e incluso una negra.

QUINUA

Kale

Es el nombre con el que se ha hecho conocida, sobre todo gracias a las estrellas de Hollywood que la han puesto de moda. Pero el kale es la col rizada, verdura de hojas verdes y carnosas, el vegetal más conocido de todos los superfoods. Hay nutricionistas que dicen que el  kale no aporta nada que no tengan otras verduras como las coles de Bruselas, el brécol, la borraja, la escarola o el apio. Pero las actrices norteamericanas la han hecho famosa, y en todo EEUU la toman en zumo, licuada con otros vegetales y frutas, de forma que los nutrientes se absorben rápidamente, sin tener que hacer la digestión. En cualquier caso, puede comerse en ensaladas, guisos, al horno, deshidratada o simplemente cocida, como toda la vida.

KALE

Bayas de açaí

El açaí es el fruto de una palmera silvestre, que crece en regiones húmedas cerca de los ríos (sobre todo el Amazonas). Desde siempre se ha consumido en la selva tropical de América del Sur como medicamento natural, ya que son originarias de Sudamérica, básicamente de Brasil y Perú. Las tribus indígenas conocen muy bien las múltiples cualidades de estas pequeñas bayas (de entre 10 y 14 mm. de diámetro) de color morado oscuro, casi negro, carne jugosa y un característico sabor amargo que recuerda al chocolate o la frambuesa silvestre. Es un desintoxicante natural, ayuda a perder peso y facilita la digestión. Tiene vitaminas A, C y B, ácidos grasos esenciales Omega 3, 6 y 9, más proteína que el huevo y mucha fibra. 

BAYAS

 

Con la cocina latina aprendemos a realizar un delicioso desayuno con chía Goya (RECETA AQUÍ)

CHIA GOYA EUROPA